« Una lanza creada a partir del colmillo de un dragón. Sorprendentemente, es cálida al tacto. »
Tuvo un sueño muy, muy largo…
Soñó que iba con todos ellos a un lugar muy lejano en el que la hierba era verde y se cantaban canciones con sentimiento.
Soñó que cantaba junto a las buenas gentes de esa tierra y bailaba en el aire junto a un dragón tan hermoso como una piedra preciosa.
Cuando abrió los ojos, estaba en medio de una tormenta sobre las montañas.
La verde tierra estaba manchada de sangre y fuego
y el tumulto ahogaba la canción del bardo.
Y el hermoso dragón, como un amante tierno,
le hundía los colmillos en el cuello.
«Adiós, madre. Mi viaje terminó».
«Dormir en la nieve reluciente no está nada mal».
«Adiós, hermoso bardo. Adiós, hermoso dragón».
«Si nos encontramos en otro momento, en otro lugar…
podremos bailar y cantar».
Eso pensó mientras exhalaba su último suspiro.
«La bendición que corre por mis venas y la hermosa vista del universo oscuro que me dio la vida son ahora para ustedes».