Antes era una paria, pero hoy en día es una cazadora excepcionalmente ágil. Siempre está preparada para hacer uso de su arco y sus flechas.
Paria, cazadora de máquinas, buscadora, elegida, salvadora… Aloy tenía distintas identidades en su mundo y, debido a su genética, fue destinada a convertirse en la heroína que lo curaría.
Hoy se encuentra en un nuevo mundo lleno de desafíos nunca antes vistos y, como siempre, ella está encantada de volver a dedicarse en cuerpo y alma a la caza.
Aloy es una chica caucásica con el cabello largo, castaño rojizo claro, parte del cual está atado en trenzas. Ella también tiene accesorios en su cabello como cuentas. Sus ojos son verdes, sus cejas son estrechas, y en la oreja derecha trae un Foco, un tipo de auricular que sirve como una interfaz sensorial multipropósito.
Su atuendo consiste en un traje interior de lino, un top de piel y una piel envuelta alrededor de los hombros. Los collares más cercanos a su cuello están hechos de cuero trenzado o enrollado. Los tres collares inferiores están hechos de cuentas de madera, teñidas con pigmento crudo. Los brazaletes de Aloy consisten en una capa de piel envuelta alrededor del brazo, sobre la cual se coloca una piel de piel al revés para amortiguar la tercera capa, que es una placa de una máquina.
Las solapas de la falda están metidas debajo de su cinturón, que consta de varios cinturones de cuero más pequeños y una faja de seda roja. Usa varias bolsas de cuero que se adhieren a su cinturón, junto con una cuerda y su carcaj, llevando su Visión Cryo sobre un estuche en la parte trasera. Sus pantalones están hechos de paneles de cuero. Lleva una placa de una máquina que se mantiene con una corbata de cuero.
Los zapatos de Aloy están hechos de cuero tosco cosido cuidadosamente para adaptarse a los pies de Aloy. Al igual que sus brazaletes, la rodillera de Aloy es una pequeña placa extraída de una máquina. Se sujeta en su lugar con cordón azul trenzado y una corbata de cuero.
Aloy es curiosa, determinada y decidida a descubrir los misterios del mundo. A diferencia de muchos en su tribu que evitan el uso de la tecnología, ella la ve como una herramienta práctica y única para ayudarla en su búsqueda, una creencia que nació cuando usó su Enfoque para salvar a un joven de una muerte segura. Con frecuencia usa su Foco a lo largo de su vida para ayudar en la caza de máquinas y rastrear individuos.
Aloy muestra con frecuencia que no es buena en relacionarse con las personas, por ser tratada como menos que humana durante los primeros 18 años de su vida y tener poca interacción humana, exceptuando a su mentor, Rost. Ella es muy directa y sarcástica, nunca duda en decirle a la gente exactamente lo que piensa de ellos, incluso cuando no sería prudente hacerlo.
Aloy fue tratada como paria desde su nacimiento, siendo marginada y temida por su tribu. Fue criada por un cazador experimentado llamado Rost en las montañas, cerca de donde habitaba su tribu.
Él le enseñó todo lo que sabía sobre la caza, como por ejemplo, cómo merodear cual felina desempeñando una precisión mortal. Sin embargo, Rost no pudo transmitirle lo que más le importaba a Aloy: la verdad sobre su nacimiento. ¿Quiénes fueron sus padres realmente? ¿Por qué fue rechazada por su tribu?
Solo las Matriarcas de la tribu que la repudió sabían las respuestas a estas preguntas.
Solo podría conseguir que las Matriarcas le desvelaran qué sucedió con sus padres si se hacía con la victoria en La Prueba, la competición anual de caza de su tribu, en la que el ganador podría pedir cualquier cosa como premio.
Desde que tuvo uso de razón, Aloy puso todo su esfuerzo en sus entrenamientos para prepararse para La Prueba. Sin embargo, cuando por fin llegó el gran día, ocurrió un terrible desenlace.
Unos asesinos misteriosos atacaron por sorpresa en la competición y Rost tuvo que sacrificarse para que Aloy pudiera escapar.
Finalmente, Aloy descubrió que esos asesinos venían por ella porque su rostro es exactamente igual que el de una misteriosa mujer de la antigüedad.
Aloy comprendió que la única forma de averiguar sus orígenes era encontrando a aquellos asesinos.
Su búsqueda la llevó hasta un mundo salvaje y peligroso que nunca hubiera imaginado, repleto de poderosas y extrañas tribus, ruinas antiguas llenas de enigmas, y enemigos terroríficos, tanto humanos como máquinas.
Finalmente, el verdadero enemigo, HADES, apareció frente a ella. Era una inteligencia artificial rebosante de maldad que deseaba exterminar cualquier rastro de vida en el mundo.
Solo era posible derrotar a HADES al desvelar la relación de Aloy con esa misteriosa mujer de la antigüedad. Esa “Aloy del pasado”… ¿quizás era la madre de Aloy?
Siguiendo el rastro de HADES, Aloy atravesó incontables ruinas del pasado hasta descubrir finalmente su origen: ella no nació de sangre y carne humana, sino que era el resultado de una clonación.
La base de su creación fue la mujer que salvó al mundo hace miles de años.
Esto no solo le concedió sus habilidades innatas, sino que además guio su destino, porque su material genético era la clave para prevenir que sucediera un segundo apocalipsis.
Aprovechando este conocimiento, y con la ayuda de los aliados de numerosas tribus, Aloy pudo derrotar a HADES y a sus secuaces mecánicos y humanos en una batalla decisiva en la ciudad resplandeciente de Meridian.
Después de derrotar a HADES, Aloy comenzó un nuevo viaje para buscar antiguas tecnologías y limpiar la tierra que HADES había corrompido.
En su largo viaje, encontró todas las ruinas existentes en busca de los secretos perdidos de los antiguos.
En un viejo laboratorio deteriorado, encontró algo que nunca antes había visto: un brillante portal teletransportador. Al acercarse, una poderosa energía la rodeó y vio su propia imagen en el portal como si de un espejo se tratase, y se sintió como si estuviera en dos lugares diferentes al mismo tiempo.
Con un repentino destello, el mundo que Aloy conocía desapareció de su vista por completo y se encontró en un mundo precioso y extraño que esperaba a ser explorado.