Él es un general de la resistencia de Inazuma contra el Decreto de captura de Visiones de la Shogun Raiden.
Aunque es un chico joven, es un general de las Tropas de Sangonomiya. Es un personaje que se mantiene firme en el combate y se vuelve más feroz durante la batalla. Es muy confiable en momentos críticos.
Gorou es un chico de apariencia joven, su cabello es castaño claro con mechones blancos, tiene un par de orejas perrunas y un pequeño accesorio. En cuanto a sus ojos, son de color verde agua-celestes con un parpado rasgado y este también está pintado de rojo, sus cejas son pequeñas y del mismo color de su cabello.
Su ropa consiste en una paleta de grises-negros-rojos-dorados-celestes-blancos, su prenda superior parece un guantelete derecho de cuero junto a hombreras metálicas, y la inferior unos pantalones y botas armadura, vendas en la cadera y muslos, accesorios y patrones de sogas.
Kaedehara Kazuha describe a Gorou como una persona que dice lo que piensa, desinhibida por los sentimientos de los demás. También lo describe como alguien que se lleva bien con sus compañeros subordinados y que desenvainaría su arco para protegerlos.
Antes, Gorou no era más que un soldado corriente de Watatsumi.
Durante cierta operación especial, la unidad de Gorou, el Escuadrón
Gorgasia n.º 2, se enfrentó a una crisis sin precedentes.
Su capitán había caído abatido por una flecha perdida y los supervivientes
se encontraban rodeados en medio de las montañas.
Continuar con su misión, pedir refuerzos, negociar con el enemigo… Tenían
muchas opciones, pero todo el mundo se mantuvo en silencio.
Sin líder y sin provisiones, el escuadrón estaba en las últimas. Con la
moral por los suelos, la idea de rendirse pasó por la cabeza de muchos.
En ese momento crítico, Gorou se puso en pie. Se negó a negociar o a
rendirse y propuso un plan muy atrevido.
Ya no se esconderían más, sino que lideraría a la mayor parte del pelotón
para fingir un ataque y, así, dar a los demás una oportunidad de ir a
buscar refuerzos. Cuando llegaran los refuerzos, llevarían a cabo un ataque
envolvente.
Cuando le preguntaron qué pasaría si fracasaban, Gorou respondió:
“Si el enemigo nos rodea aún más, tendremos menos opciones todavía. Tenemos
una oportunidad, así que hay que aprovecharla al máximo. Yo seré el
responsable si el plan fracasa”.
Tras aguantar en el frente durante varios días sin descanso, el exhausto
Gorou y sus compañeros fueron relevados finalmente por las fuerzas
lideradas por Sangonomiya Kokomi en persona.
Después de eso, fue ascendido a capitán del Escuadrón Gorgasia n.º 2, y
desde ahí siguió ascendiendo hasta convertirse en general.
A ojos de sus hombres, Gorou es un general estricto pero humilde.
Es directo y abierto y trata a sus subordinados como si fueran su familia,
compartiendo con ellos las alegrías y las penas.
Una vez, Sangonomiya Kokomi le dijo a Gorou que el equipamiento, las
provisiones y los salarios eran las tres cosas más importantes en un
ejército.
A partir de ese día, él se ocupó personalmente de explicar a sus
subordinados cómo mantener sus armas. Cada vez que se abrían los graneros
con las provisiones, supervisaba todo el proceso estrictamente para evitar
los hurtos.
Además, como general de Watatsumi, siempre lidera a sus tropas desde la
primera línea.
Carga delante de todos y su espalda es como el estandarte que anima a las
tropas a seguir avanzando.
Los soldados lo respetan mucho por todas estas razones. Al igual que
Kokomi, para Gorou, las vidas de sus soldados son muy valiosas, pero, en
comparación, a la suya propia le da poca importancia.
Los que no entienden bien la lógica detrás de este pensamiento dicen que
Gorou es como un niño y que no parece un general.
Pero, para los soldados de la Isla Watatsumi, este “niño” es el mejor
general que podrían tener.
Gorou es valiente y decidido y a menudo lidera a fuerzas inferiores hasta
la victoria contra una oposición más fuerte.
No obstante, también tiene un defecto: un temperamento algo inestable.
Eso quiere decir que, a veces, se le sube la sangre a la cabeza en el
fragor de la batalla.
La guerra es cruel, y a Gorou le falta experiencia comparado con los
veteranos que llevan décadas sobreviviendo en mil batallas.
Por suerte, aprende muy rápido y está intentando compensar varios de sus
pequeños fallos.
En muchas ocasiones, Sangonomiya Kokomi entrega directrices a sus
comandantes, pero cómo las usen depende de las habilidades de cada uno.
Por su parte, Gorou siempre es capaz de ejecutar las líneas de acción que
mejor se adapten a la situación actual según las directrices que se le han
dado.
Gorou cree que, con el tiempo, llegará a interiorizar todos los conceptos.
Tal vez en ese momento podrá salir al campo de batalla con aún más
confianza que antes.
A petición de Yae Miko, Gorou tiene un “trabajo” adicional en la Editorial
Yae.
Las relaciones entre la Isla Watatsumi y el shogunato son cada vez más
cercanas gracias al fin del Decreto de captura de Visiones y a las
negociaciones entre ambas partes.
Gorou también ha visitado la Isla Narukami en varias ocasiones para
presenciar los cambios acaecidos, comprar libros populares y acudir a la
Editorial Yae para completar la tarea acordada.
Yae Miko puso una columna anónima para Gorou en la revista «Vida y estilo».
Los lectores escriben sobre sus problemas y preocupaciones a esta revista,
y Gorou les da consejos.
La Editorial Yae pone mucha atención y cambia cualquier información
personal que se revele tanto en las cartas de los lectores como en las
respuestas de Gorou, y también sustituye los nombres reales por pseudónimos.
Según Yae Miko, eligió a Gorou porque oyó que siempre escucha a sus
subordinados cuando hablan de asuntos personales.
La columna resultó ser un gran éxito, pero, por motivos desconocidos, cada
vez que un editor entrega el pago de los derechos de autor a Gorou,
pregunta de forma tímida: “Por cierto, Gorou, ¿sabes algo de la señorita
Hina?”.
“He oído que es una columnista muy popular, y también bastante reciente…
¿Pasa algo?”.
“Oh, no, nada…”.
#Igual que los soldados no le cuentan a Gorou absolutamente todos sus
problemas, él mismo se preocupa por algunas cosas difíciles de compartir.
Por ejemplo, el hecho de que el pelaje de su cola se ponga feo y alborotado
cuando lleva mucho tiempo expuesto al viento y al sol, y de que le
encantaría poder cuidárselo si tuviera un minuto libre en el campo de
batalla…
O que se siente ligeramente acomplejado por su complexión delgada cuando va
a los baños públicos con sus hombres…
O cómo encontrarse con mujeres inescrutables como Yae Miko lo pone
automáticamente a la defensiva y lo vuelve incapaz de interactuar
adecuadamente con ellas…
Para tratar de mantener una imagen respetable, Gorou evita hablarles de
esas cosas a sus soldados.
Y aunque ellos son capaces de adivinar algunas hasta cierto punto, le
siguen la corriente y fingen que no se dan cuenta de nada.
Por eso sus preocupaciones iban en aumento hasta que llegó {F#la
viajera}{M#el viajero}, quien supuso para el general de Watatsumi, siempre
dispuesto a disipar las preocupaciones de los demás, un hombro que le
aliviaría de las suyas propias.
El alpinismo está probablemente entre las tres aficiones preferidas de
Gorou.
Sudar la gota gorda al escalar una montaña con tus compañeros antes de
admirar la belleza que te rodea ayuda a entrenar el cuerpo y la mente y
fomenta la camaradería.
Para disfrutar más de esta afición, Gorou compró un conjunto de
equipamiento de alpinismo a un mercader itinerante.
El equipamiento no resultó muy caro, pero era resistente y duradero y lo ha
acompañado en muchas ascensiones peligrosas.
Igual que mantiene sus armas en perfecto estado, Gorou también conserva
este equipamiento en plena forma. No hay duda de que también lo acompañará
en muchos viajes futuros.
Hubo un tiempo en el que Gorou se atribuía la responsabilidad total de la
victoria o la derrota en la batalla.
“Si fuera un poco más fuerte, podría cambiar el curso de los
acontecimientos”.
Fue por este motivo que Gorou entrenó con el arco durante día y noche,
queriendo apoyarse en su fuerza para liderar a sus compañeros a la batalla.
Pero tras obtener más experiencia en la guerra, Gorou vio cómo guerreros
poderosos eran aislados y capturados vivos, mientras que soldados débiles
en posiciones inferiores podían deshacerse de sus enemigos porque se
mantenían unidos.
En ese momento, se dio cuenta de que, cuando una persona lucha sola, sus
habilidades se ven limitadas.
Ser fuerte es importante, por supuesto, pero aún más crucial es unir a las
tropas para que luchen como un solo hombre.
Los soldados solo pueden ser invencibles si son fuertes todos juntos.
Tras percatarse de esto, el objetivo de Gorou ya no fue convertirse en un
arquero excelente, sino que empezó a dedicar su tiempo y esfuerzos a ayudar
a que todos los que lo rodeaban mejoraran juntos.
Es posible que esta fuera la razón por la que Gorou obtuvo su Visión.