Jean, la Gran Maestra Intendente de los Caballeros de Favonius, siempre se ha dedicado religiosamente a sus tareas dentro de la orden y al mantenimiento de la paz en Mondstadt. A pesar de no tener grandes talentos, su gran diligencia la han convertido en uno de los miembros con más influencia. Cuando Stormterror amenaza la ciudad, toma medidas rápidamente y protege Mondstadt con todas sus fuerzas.
Jean tiene una complexión alta, atlética y piel clara. Ella tiene ojos azul grisáceo y cabello rubio dorado de longitud media recogido en una cola de caballo con un lazo negro. En sus orejas, lleva un par de pendientes de cruz de oro.
Viste una camisa sin tirantes blanca, azul, negra y roja con un símbolo dorado y forros junto con un frac largo azul adjunto, un par de mangas blancas separadas, una capa corta azul y dorada con un forro interior azul claro unido a un cuello blanco separado con forros negros, medias blancas bordadas con un patrón de puntos de diamantes dorados y un par de botas blancas de tacón alto hasta la rodilla con patrones dorados y tacones negros. Ella también usa un par de guanteletes azules.
Como Gran Maestra en funciones de los Caballeros, Jean se toma en serio todas sus responsabilidades y deberes asociados con el papel, independientemente de lo triviales que puedan parecer las tareas, como encontrar un gato perdido. Debido a esto, Jean a menudo se agota tratando de completar encargos de los lugareños, para gran preocupación de sus compañeros.
Su devoción a sus deberes se debe a dos razones; su crianza cuando era niña y las enseñanzas de Varka. A pesar de que constantemente toma sus deberes a la ligera, su personalidad relajada y rebelde ha contribuido a su crecimiento. Ella no muestra resentimiento hacia su actitud, sino que se compromete a asegurarse de que la ciudad sea más próspera y acogedora cuando regrese. Su ética de trabajo la hace apreciada tanto por los ciudadanos de Mondstadt como por sus compañeros, y es reconocida por otras organizaciones. Jean siempre completa sus misiones con elegancia y éxito, y no se deja intimidar con facilidad, y aunque prefiere usar métodos pacíficos para resolver problemas, no dudará en usar la fuerza si es necesario.
Ve a Vennessa como un modelo a seguir debido a sus hazañas y cómo dejó un legado impresionante. Siempre que se siente preocupada o confundida, a menudo se dirige al Gran Árbol en el Levantaviento
Tiene la costumbre de llamar a Diluc como «señor», incluso mucho después de que dejó a los Caballeros. A pesar de esto, reconoce que ambos comparten la misma visión de proteger Mondstadt.
El Clan Gunnhildr es la familia de caballeros más antigua de Mondstadt, y se remonta incluso antes de que se escribiera la primera epopeya.
Sin embargo, este largo y orgulloso linaje también puede ser una carga. Jean fue criada por su madre para ser la sucesora del Clan Gunnhildr.
Fue entrenada en todas las cosas que un caballero debe saber y todas las cualidades que debe exhibir, desde la disciplina, la etiqueta y la conducta, hasta el conocimiento de la historia y las baladas, además de mantener la máxima aptitud física y el manejo de la espada. Sólo defendiendo este estándar puede Jean llevar el manto del Clan Gunnhildr, cuyo lema es: «Por Mondstadt, como siempre».
Hace algún tiempo, había un chiste que se contaba comúnmente en las tabernas de Mondstadt: Un Gunnhildr aprende a decir «Por Mondstadt, como siempre» antes de aprender a decir «mami».
Cuando era niña, Jean una vez levantó la cabeza del libro que estaba leyendo, «Breeze Amidst the Forest – Ballad Selection», y vio a los otros niños de su edad jugando felices con molinetes fuera de la ventana. La joven Jean supo en ese momento lo que significaba para ella el lema de su familia.
Ahora, cuando levanta la cabeza de sus montones de papeleo y ve a la próxima generación de niños haciendo lo mismo, la Gran Maestra Jean no se arrepiente de sus años de servicio a ese lema.
«Tienes que darlo todo para hacer lo correcto. Siempre».
«La Maestra Jean es tan confiable».
«Si alguna vez tienes problemas, busca a Jean. Ella sabrá qué hacer».
Los habitantes de Mondstadt, tanto civiles como caballeros, confían en Jean.
Si alguien necesita ayuda por las razones correctas, Jean no duda en brindar ayuda. Ya sea una disputa en el mercado, un problema de relación… No importa lo poco relacionado que pueda ser con el trabajo de un caballero… Jean con gusto echa una mano siempre que puede.
«La oportunidad de ayudar a alguien que lo necesita es razón suficiente para un caballero«.
Para ella, su deber de caballero tiene prioridad sobre su papel de Gran Maestra en funciones. Ella cree que ayudar a los demás es la mejor manera de ayudar. Mantiene a sus compañeros caballeros al mismo nivel.
Lisa, la bibliotecaria, sugirió una vez que Jean se tomara un descanso y que «disfrutara un té de la tarde, como corresponde a una dama«. Sin embargo, para Jean, hacer lo que es propio de un caballero tiene prioridad sobre hacer lo que es propio de una dama.
«Jean es tan confiable«.
Ésa es la reputación de la que goza Jean en Mondstadt. Su única queja es que no hay suficientes horas en el día. Ella nunca podría ayudar a todos los necesitados, ni siquiera dejando de dormir. La dedicación y el compromiso que se requieren para convertirse en alguien tan confiable son inimaginables.
Dado a todo lo que Jean ha aportado a su papel de Gran Maestra en función de ayudar, la gente a veces olvida que, de hecho, hay un Gran Maestro que es su superior.
Sin embargo, esto no la molesta de ninguna manera. Su papel y título dentro de los Caballeros de Favonius no afectan en lo más mínimo su ética de trabajo. Su pasión, honestidad y meticulosidad provienen de dos cosas.
Uno es su educación y formación, que le inculcaron un espíritu caballeresco desde muy joven.
El otro son las enseñanzas devotas de Varka, el caballero de Boreas de espíritu libre y Gran Maestro de los Caballeros de Favonius, actualmente enviado a una cruzada.
El efecto que el relajado y rebelde Caballero de Boreas Varka ha tenido en el crecimiento de Jean ha sido grandioso.
«Gran Maestro, por favor, tómese su trabajo en serio. Todo Mondstadt lo admira.«
«Bueno, eres mi segunda al mando, así que ayudarme es parte de la descripción de tu trabajo. De esta manera, puedo concentrarme en las cosas realmente importantes, ¿No estás de acuerdo?«
«…«
Él es el caballero de nuevas fronteras y conquistas legendarias, mientras que ella es el caballero de mantener la paz y la libertad.
Jean no tiene resentimiento a Varka; quizás haya sabiduría en su conducta. Sin embargo, lo que Varka deja sin hacer cae sobre sus hombros, y luego depende de ella hacer lo correcto.
Hace medio año, Varka lideró a los caballeros de élite de Favonius en otra expedición más lejos de Mondstadt.
«(Una expedición, qué típico del carácter de Varka).«
«Te dejaré las cosas aquí. Quiero decir, básicamente has estado haciendo mi trabajo durante años, de todos modos.«
«Déjemelo a mí, Gran Maestro.«
Después de despedir al Gran Maestro, Jean se sentó junto a la ventana y pensó para sí misma:
«(Cuando regrese de la expedición… le mostraré un Mondstadt más amable, más próspero y más pacífico).«
El gran árbol del Levantamiento es donde la primera Caballero de Dandelion llegó al final de su viaje. Ella era Vennessa, la fundadora de los Caballeros de Favonius y la restauradora de Mondstadt. Se despidió de la ciudad que había prometido proteger, dejando atrás su leyenda y un solo árbol joven.
Después de siglos de disfrutar de la dicha de los mil vientos, este árbol joven se convirtió en un árbol imponente. A Jean se le confirió el título de «Caballero del diente de león» a la edad de quince años. El título de Caballero de Dandelion también se conoce como Caballero Diente de León. Transmitido a través de generaciones de caballeros, el título se otorga solo a los más distinguidos.
El día en que recibió el título, Jean se excusó de las celebraciones que siguieron a la ceremonia de entrega. Como si siguiera los pasos de su heroína de la infancia, fue y se paró frente al gran árbol. El título de Caballero de Dandelion simboliza el legado de resistencia y benevolencia de Vennessa. Entonces, ¿Cómo pensó Jean que podría ser digna de este honorable título?
Había pasado más de un milenio desde la restauración de Mondstadt. ¿De verdad tenía lo necesario para seguir protegiendo esta antigua y orgullosa tierra de libertad? Debajo de su rostro aparentemente maduro se encontraba el corazón de una joven, que acababa de recibir el título y no estaba preparada para la tarea que tenía por delante. El viento soplaba desde muy lejos, y lo sintió fluir dentro de ella mientras suavemente alejaba sus dudas y preocupaciones, dejándola con una determinación inquebrantable:
Para Mondstadt, como siempre.
Convertirse en un guerrero tan amable y decidido como Vennessa; luchar por su pueblo y por la libertad… Sí, ese era el verdadero significado de su sencillo lema familiar.
Hasta el día de hoy, cada vez que Jean se siente cansada o empieza a vacilar, viene y se para ante este árbol y deja que el viento la consuele una vez más. Le quita la fatiga, para que vuelva a tener fuerzas para seguir adelante.
El gran árbol del Levantamiento marcó el final del viaje del primer Caballero diente de león. Pero también simboliza el comienzo del viaje de Jean.
La maestra Jean tiene un secreto.
El Clan Gunnhildr es una casa de caballeros venerable. Esta sangre orgullosa proviene de la madre de Jean, Frederica.
El padre de Jean, por otro lado, es Simon Page, un aventurero famoso en todo el continente. Cuando llegó a Mondstadt, desempolvó su yo pasado y comenzó de nuevo con la Iglesia de Favonius, y ascendió a un alto cargo dentro de ella, llegando a ser conocido como el Cardenal del Amanecer. Los dos amantes finalmente se separaron. La joven Jean, sosteniendo la mano de su madre, veía las siluetas de su padre y su hermana, Bárbara, cada vez más distantes.
Más tarde, Barbara seguiría los pasos de su padre y se uniría a la Iglesia de Favonius, convirtiéndose en una diaconisa muy querida por la gente. Jean siempre ha querido acercarse a su hermana menor, pero no se atreve a decir nada cuando se enfrenta a los ojos evasivos de Barbara. Quizás la incomodidad demasiado similar sea una señal de que el sentimiento es compartido.
La maestra Jean tiene otro secreto más.
No importa cuántas veces haya leído los clásicos históricos, a pesar de su título de Caballero de Dandelión, y aunque se haya convertido en la Gran Maestra en funciones en la que todos confían… Jean todavía ama las novelas románticas. Esto no es por los años de niña que extrañaba en medio de su entrenamiento y deberes, o debido a la ruptura que se formó en el matrimonio de sus padres.
Jean simplemente anhela la atracción mutua que se expresa en las historias, esas emociones tan sutiles y frágiles como la seda de araña.
Como caballero, debe anteponer a Mondstadt y a los Caballeros de Favonius.
«Pero…«
«Si yo también pudiera…«
En su despacho, en plena noche, Jean vuelve a terminar de leer «La melancolía de Vera».
«Si tengo tiempo, debería estar bien ir a Cabo del Juramento, justo antes del amanecer… ¿Verdad?«
Agachando la cabeza, Jean se asoma por la ventana a las estrellas brillantes de arriba.
Este horario es preciso hasta el último minuto.
Desde una carrera matutina con Amber seguida de un viaje de desayuno con Lisa en el camino, hasta lavar su propia ropa a mano y arreglar su propia muda de ropa por la noche, todas las cosas grandes y pequeñas empacan el horario de Jean bastante apretado.
Todos los elementos completados se marcan, mientras que los que se retrasan debido a factores externos enumeran los «Por qué» y los «Motivos detallados».
Junto al elemento «Revisión de las instalaciones públicas de Mondstadt», retrasada debido a un brote de enfermedad, está escrito lo siguiente:
«Completado a las 3 am, se cancela el premio de compra de libros de fin de mes».
Jean a veces piensa que la inspiración para este horario puede haber sido el programa de formación que le elaboró su madre hace diez años.
Si uno tuviera que ir solo por la habilidad, Jean se ha convertido durante mucho tiempo en una de los mejores espadachines de Mondstadt. Pero en el corazón de Jean, preferiría ser un escudo que defiende la libertad y el canto que una espada que atraviesa la corrupción y la oscuridad.
«Proteger» siempre ha sido más difícil que «destruir». En la época en que fue ascendida de Capitana de su escuadrón a Maestra de Caballeros, se le presentó un gran desafío.
Desde fuera, Los Fatui ejercían presión diplomática, y desde dentro, habían traidores y camaradas del ex inspector. Reagruparse y encontrar la manera de abrirse paso no fue tarea fácil.
Pero Jean fue capaz de defenderse de la presión externa con una mano y llevar a los Caballeros a aplastar los muchos complots de la Orden del Abismo con la otra, restableciendo la autoridad de los Caballeros de Favonius.
Jean nunca olvidará el momento en que recibió su Visión. En ese momento, todo pareció quedarse en silencio cuando sintió la brisa fluir a través de su mano. El mundo pareció desvanecerse, salvo por el lema consagrado de la casa de los Gunnhildr:
«Por Mondstadt, como siempre.«
